Fútbol para todos: La elección de Rusia 2018

“En Occidente sencillamente no conocen a Rusia”.

Alexander Herzen

El Comité Ejecutivo de la FIFA eligió a Rusia para organizar el Campeonato del Mundo de fútbol de 2018. Se cumplen así las previsiones que desde la presentación de las candidaturas en mayo colocaron a la propuesta rusa como favorita. La inversión económica, la construcción de infraestructuras, los estadios virtuales y vanguardistas, el apoyo popular y el estatus del fútbol y el Estado ruso en el nuevo contexto internacional maximizaron las opciones de la candidatura rusa. La elección se entiende como parte de la expansión global del deporte (deslocalización), que desde los años 80 emprenden progresivamente las mayores instituciones:  NBA, Comité Olímpico, UEFA, Fórmula 1, etc. La organización del evento supondrá un impulso para el fútbol, las infraestructuras y la economía en Rusia. Será también una oportunidad para que en occidente conozcan al país más extenso del planeta, el  que protagonizó los 3 acontecimientos más trascendentes de la Historia del siglo veintiuno [1]….

Desde  Uruguay 1930 hasta Italia 1990 la Copa del Mundo [Mundial de Fútbol] se desarrolló con rigurosa alternancia en países de Europa occidental o del subcontinente americano. Desde la designación de Estados Unidos 1994 la FIFA ha superado este criterio en favor de una estrategia globalizadora del fútbol a partir de la designación de países alternativos para organizar campeonatos de Mundo. Más allá de la optimización técnica y organizativa, el propósito es promover o impulsar el fútbol en nuevos territorios. Y también el de usar el fútbol como motor del desarrollo social y económico. En esas claves se entienden las designaciones de EE.UU. 1994, Corea-Japón 2002, Sudáfrica 2010, Brasil 2014, Qatar 2022 y de Rusia 2018, que reúne todos los denominadores comunes.

El argumento geoestratégico fue ilustrado oportunamente por la candidatura rusa en Zúrich con un mapa concluyente, que resaltaba el balance de 10 a 0 en organizaciones de Mundiales entre la Europa occidental y la oriental [2]. Antes de poder apelar a ese desequilibrio Rusia llegaba con otra serie de premisas cumplidas. La candidatura de la Unión del Fútbol Ruso (RFU) se presentaba con su potencial económico (capacidad de inversión) y con el respaldo absoluto del Kremlin de Moscú,  gerente de esa empresa patria que se llama a sí misma “La Nueva Rusia”, una la versión postmoderna del Capitalismo de Estado. Rusia es parte también una potencia emergente del fútbol a través de la constante mejora competitiva de la Russian Premier League (RPL). La opción rusa significa además una alternativa colorista por el irresumible legado cultural, histórico, literario y arquitectónico. Las imágenes de Rusia mezclan con encanto la tradición de cientos de culturas diversas acopladas por la fe ortodoxa, la modernización forzada, el vanguardismo disperso, y  las mujeres fuertes, bellas  y elegantes como Yelena Isinbayeva (imagen). Es la idea  que completa su eslogan: “Ready To Inspire”. Rusia es un continente desconocido por el Mundo occidental, que sólo lo explica por sus recursos económicos: el petróleo y el gas (aunque su capital siempre ha sido el mismo: la gente), y que lo respeta por la capacidad militar de destruir 7,5 veces la superficie del planeta, representada por esa águila propia de un escudo imperial que bicéfala desafía a oriente y a occidente.

A modo de epitafio incluyo aquí una nota metodológica dedicada a la prensa europea en general y española en particular.  Los medios han presentado a la elección de Rusia en clave de desprestigio: dinero-soborno, al tiempo que obscena e hipócritamente reconocían sus propios arreglos de conveniencia... Entonces la mafia, el petróleo o incluso aún el caviar… Ideas parciales que se limitan en el prejuicio y el estereotipo si no se asocian con un nuevo escenario global cambiante, a la quiebra del Estado del Bienestar (socialdemocracia), la inconvencia de la reiteración en las designaciones [3], o con la sencilla e indispensable importancia de una presentación en inglés [4]. Por eso están ahí. Pero eso es algo tan largo y que tiene que ver con todo lo demás… Citar a un biógrafo y amigo de Oscar Wilde [5]: “Por aquello de que es más fácil condenar que comprender…”.

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* En el sistema de designación los 22 miembros del Comité Ejecutivo debían votar a una candidatura en rondas eliminatorias hasta que alguna obtuviera la mayoría absoluta. Los representantes de Nigeria y Oceanía estaban suspendidos por aceptar sobornos a cambio de votar a la candidatura de Estados Unidos 2022. 1ra ronda: Rusia (9), Candidatura Ibérica (7), Holanda-Bélgica (4), Inglaterra (2). 2da ronda: Rusia (13) mayoría absoluta, Candidatura Ibérica (7), Holánda-Bélgica (2).
[1] Revolución Rusa de 1917, la II Guerra Mundial 1939-1945, y el colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) en 1991. 

[2] En un principio la candidatura rusa se postuló para organizar el Mundial de 2018 o 2022. Progresivamente las todas las candidaturas europeas se definieron para 2018 y las no-europeas (Qatar, Estados Unidos, Japón, Corea y Australia) compitieron por ser la sede en 2022.

[3] Inglaterra había sido la sede del Mundial de 1966, la EuroCopa de 1996 y albergará los Juegos Olímpicos en 2012. Otro contratiempo para era la coincidencia en el calendario con el Torneo de tenis de Wimbledon. Mientras que en España han tenido lugar el Mundial de 1982 y los Juegos Olímpicos de 1992. Matizar que este es un criterio de facto y particular de la FIFA, que designó la candidatura de Brasil para organizar el Mundial de 2014 el 30 de Zctubre de 2007; mientras que el Comité Olímpico Internacional eligió también a Brasil 2 años más tarde, el 2 de octubre de 2009.

[4] Una de las características comunes de los países ex comunistas es el alto nivel educacional de su población en concepto de alfabetización, materias básicas, técnicas e idiomas. Paradójicamente eso es ahora un atractivo para las empresas trasnacionales, que encuentran mano de obra cualificada y más barata en países como China, Vietnam, Rusia, Eslovenia, etc.

[5] Frank Harris: “Vida y Confesiones de Oscar Wilde”. Ed. Biblioteca Nueva. Madrid. 1999.